Joxean Tolosa, el zaguero que ensayaba dentro del 4 y ½

 

Retegi y Tolosa. Final manomanista 1987. Cedida por Bixente Jauregi
Retegi y Tolosa. Manomanista 1987. Cedida por Bixente Jauregi


Joxean Tolosa, el zaguero que ensayaba dentro del 4 y ½

Se ha hablado mucho estos días de Iker Irribarria, el joven pelotari que ha ganado el Campeonato Manomanista 2016. Al hilo de su victoria, los pelotazales guipuzcoanos hemos recordado que hacía veintisiete años que Gipuzkoa no conseguía este triunfo. Lo obtuvo Joxean Tolosa en el frontón Anoeta el 7 de mayo 1989.

 La victoria de Tolosa interrumpió la racha de nueve txapelas consecutivas de Retegi II y conmovió a quienes le vieron ganar. Tolosa jugó desde el tanto 8 con la mano derecha destrozada; se le había abierto por la mitad un callo del que aún sangraba media hora después de acabar el partido. Pero el dolor no le impidió hacer el tanto 22 con un derechazo que envió al cuadro 9.


Sufrir y sufrir

Sólo tenía esa salida, sufrir. Se me reventó el callo al principio del partido. Lo tenía justo en la zona de la mano donde se golpea. Cada vez que le daba con la derecha, veía las estrellas. El sotamano, que es una jugada que utilizaba mucho en el manomanista, tenía que darlo casi con la muñeca. El último tanto fue terrible, creía que me explotaba la cabeza de dolor; di dos veces seguidas con la derecha, dos pelotazos con toda mi alma, y Retegi no pudo llevar a buena el segundo.

El zaguero que ensayaba dentro del 4 y ½

Para un delantero, restar y pelotear es lo más difícil. Yo sabía restar porque, siendo zaguero, lo hacía durante todo el año; restar del 9 o pelotear desde el 8 era mi juego habitual. Pero me faltaba velocidad. Y Retegi, además de otras muchas virtudes, tenía un movimiento muy rápido, dos piernas envidiables.

Para ganar en velocidad, entrenaba dentro del 4 y ½ o del 5, el juego ahí es más dinámico. Me gustaba hacerlo para prepararme de piernas, para ser más rápido y también para hacer la jugada y terminar el tanto. Ensayaba mucho el saque y la dejada. Saber hacer la dejada me vino muy bien en la final para acortar los tantos y no dañarme más la mano.


Confianza en mis posibilidades

 Fui al partido más confiado que otros años, sentía que podía plantarle cara a Retegi. En las dos finales anteriores contra él no había pasado de 12 y 16 tantos pero esa vez aspiraba a más. Para jugar mano a mano, lo más importante es confiar en uno mismo y yo lo estaba. Había perdido algo de peso, le había remontado y ganado a Galarza, también a Arretxe y me sentía muy a gusto, sabía que podía ganarle a Julián.

                                                               Conversaciones en el Náutico, el 23 de abril 2010

 

Final Manomanista 1987. El lehendakari J.A. Ardanza y el Diputado General I. Murua. Cedida por Bixente Jaureg
Final Manomanista 1987. El lehendakari J.A. Ardanza y el Diputado General I. Murua. Cedida por Bixente Jauregi

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