Barriola, un zaguero en el 4 y ½
2017. Frontón Bizkaia. Foto: pelotamano.com. Colección Isabel Vidarte

Barriola es zaguero pero el año  2001 gana la final del 4 y ½ contra Eugi.

Y los años 2002, 2004, 2006, 2007, 2010 es subcampeón del 4 y ½.

La posibilidad de que un zaguero logre la txapela dentro del 4 y ½ parece remota en los últimos años; incluso su presencia en esta competición es anecdótica, por no decir inexistente.

Son las características especiales de Barriola -un zaguero ágil, veloz, con una visión panorámica de la kantxa y cierta facilidad para acabar el tanto- las que le han permitido jugar y ganar en el terreno de los delanteros?

Puede. Pero Barriola tiene la certeza de que no hubiera conseguido jamás buenos resultados en la jaula si no hubiera sido por las muchas, muchas horas de frontón entrenando dentro del 4 y ½.

Muchas horas de frontón

Recuerdo que los años que competí en esta modalidad, tuviese los partidos que tuviese, empezaba los entrenamientos dentro del 4 y ½ a finales de agosto. Empezaba metiendo carga física y para no dañarme las manos, en los entrenamientos utilizaba pelota goxua; aún quedaban torneos de verano por jugar -Donostia, Lekeitio y San Mateo- y tenía que protegerlas. Pero si tenía sólo un partido durante la semana, sustituía la pelota goxua por una más dura.

Cada entrenamiento lo dedicaba a un aspecto del 4 y ½. Empezaba por ejemplo con series de acabar el tanto. Un día entrenaba la dejada, una, otra vez, otra, hasta hartarme. O dos paredes. Practicaba también mucho el saque, super importante en un manomanista.

Lo que quiero decir es que, dos meses antes de que comenzara el campeonato, ya tenía la mentalidad de que llegaba el 4 y ½ y de que tenía que entrenar mucho para poder estar ahí. Porque un zaguero, si no tiene mucho entrenamiento de frontón, no puede rendir en esa distancia. Y creo que es lo que falla ahora, el entrenamiento específico de los zagueros en el 4 y ½, por eso no pueden competir dentro del 4 y ½.

Juego recto y de abajo

El hándicap mayor de un zaguero para jugar en esa distancia es su juego durante todo el año, recto y de abajo. ¿Cómo contrarrestar esa manera? Entrenando el golpeo de medio lado, fundamental para preparar el 4 y ½.

¿Cómo puede un zaguero rendir a gran nivel en el 4 y ½? Creo que lo más importante es marcarse como objetivo querer ganar el 4 y ½. Al final, un deportista empieza el año poniéndose objetivos y creo que los de los zagueros suelen ser ganar el Parejas y los torneos de verano. Si un zaguero se pone como objetivo el Parejas, el 4 y ½ y el Manomanista, por supuesto, como zaguero tiene limitaciones pero, como decía antes, se pueden contrarrestar.

Cambiar las posturas, ¿cómo?

Metiendo muchas horas en el frontón hasta encontrarte en los cuadros delanteros como en tu casa, es decir, amoldándote a esos cuadros, habituándote a ellos, acostumbrándote al golpeo de medio lado. Se consigue a base de sudar mucho dentro del 4 y ½.

Pero primero es necesario marcarse el objetivo de ganar, y segundo poner manos a la obra para conseguirlo sabiendo cada hora qué estás haciendo dentro del 4 y ½ para mejorar el rendimiento.

El 4 y ½ es un juego muy rápido, requiere mucha anticipación e improvisación porque la pelota viene tan rápido que hay que hacer las jugadas en segundos. Por eso, si entrenas mucho, te salen sin pensar, están ahí. Un dos paredes por ejemplo, si lo has entrenado antes quinientas veces, te sale sin querer, es automático.

Después de Barriola no ha habido ningún zaguero que haya conseguido la txapela en la distancia corta.

Dos paredes. Foto: @eduvid. Colección Isabel Vidarte

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